lunes, 10 de octubre de 2016

Y pedirle a la Luna un par de pistas



Y ahora dudo de todo.

Yo, que siempre tiro recto

o giro a la izquierda

hacia un punto previamente no pensado,

y aparezco en la X del tesoro,

sin tan siquiera buscarlo.

Yo, que no pienso,

y que tomo impulso y decisiones,

que salto desde el trampolín más alto,

aunque no haya agua en la piscina.

Y duela.

Ahora, después de tantos saltos

y tantos tesoros desenterrados,

dudo.

Y ya no sé ni siquiera qué hago

en este lugar llamado mundo,

en esta tierra de tesoros ocultos

y de puentes colgantes

que te hacen perder el equilibrio.

Y mi brújula ya no marca el norte,

y yo ya no sé hacia donde camino.

Y cansada

de piscinas vacías,

de calles cortadas

y de callejones sin salida.

Quiero unos días de baja,

para tomar el Universo

desde otro planeta.

Y pedirle a la Luna

un par de pistas.

Y abrir una puerta

de emergencia,

ahora que la principal está cerrada.


O quizá simplemente

es domingo.

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