Empieza por sonreir.

Un vagón de metro, dos chicas: A y B.

A- Tengo ganas de vomitar.
B- ¿Qué has comido?
A- Son los nervios, o las personas que no me gustan que me revuelven el estómago.
B- No debería afectarte tanto, es de risa.
A- No le veo la gracia yo.
B- Antes la sabías encontrar.
A- Venga va...
B- Es verdad, parece que se te olvidan las cosas, reir menos es hacerse más viejo.
A- Nunca jamás no existe.
B- Tu dolor de estómago puede esfumarse. Disfruta.
A- No se...si sabría.
B- Calla y escucha alrededor.
(Pausa)
A- No oigo nada, no te comprendo.
(Pausa microscópica)
B- Mira. Ese chico del pelo rizado es gay pero la pelirroja no lo sabe y sube cada dia a la misma hora para verle, cuando ella se baja, una parda más tarde sube su novio, un moreno de ojos azules guapísimo, la verdad es que los dos son una monada. Las chicas de aquella esquina son dos chonis sin estudios, una estaba muy orgullosa porque estaba leyendo su primer libro y lo entendía " e mu basico y no leo mu bien pero vamo que lo intento..." la otra, en cambio, le contestaba que ella lo ultimo que ha aprendido a hacer es a liar porros a la perfección y que todavía estaba más orgullosa que ella. La rubita de gafas se lee el "cincuenta sombras de Grey" y se pone cachonda mientras pasa lentamente las páginas, luego se averguenza por si alguien se ha percatado y mira alrededor mientras sus mejillas enrojecen lentamente. La morena  aquella del asiento de delante siempre está triste pero no se si es que no le gusta su trabajo o le ronda la cabeza algún...
A- Basta.
B- ¿Qué?
A- Siempre coges el metro conmigo, deduzco que no me escuchas nunca, ¡no puedes escucharme a mi y al resto de vagón!
B- ¿Perdón? Somos mujeres, podemos hacer cuanto queramos.
(Pausa)
A- Enséñame.
B- ¿A hacer mil cosas a la vez?
A- No. Enséñame a disfrutar.
(Pausa)
B- Empieza por sonreir.
A- Si...
B- Luego respira, respira hondo. ¿Preparada?
A- Vamos allá.

Se miran. Respiran. Sonríen.